lunes, 20 de agosto de 2018

Fútbol y religión




Hace unos días escuché la noticia de que los jugadores del Real Zaragoza habían hecho la tradicional ofrenda de flores a la Virgen del Pilar solicitando su ayuda para afrontar “esta gran aventura deportiva y social”. Me llamó la atención pues, hasta ahora, estaba acostumbrado a que los equipos ofrecieran solo los trofeos que constataban grandes logros deportivos. Esa mezcla de religión y deporte siempre me pareció un atavismo más de los que está lleno el país. El Real Madrid ofrecía sus trofeos a la Virgen de la Almudena y el Barcelona, después de una etapa laicista en la que dejó de ofrecerlo a “la moreneta” en Montserrat, ha retomado esa costumbre y ahora los ofrece a la Mare de Déu de la Mercé. En Sevilla, no sé si a la Esperanza Macarena, a la de Triana, al Gran Poder –hay que reconocer que en la tierras andaluzas tienen para días- o a alguna otra. El Real Zaragoza, los ha ofrecido a la Virgen del Pilar. Pero insisto, siempre han sido ofrendas y no tanto peticiones de ayuda –creo que eso es comprometerla- como parece que se viene haciendo los últimos cinco años sin resultados. Ayer se inició la liga y el equipo zaragozano ganó. Renace la esperanza de que la Virgen, por fin, se haya comprometido. Qué cosas…

No hay comentarios:

Publicar un comentario